Todas las personas que nos rodean son diferentes entre sí y diferentes a nosotros mismos. La gente difiere mucho en sus conductas, en sus emociones y en sus pensamientos: algunas personas son más volátiles emocionalmente mientras otras son más controladas y contenidas en la expresividad de sus emociones. La forma de pensar el mundo y sus acontecimientos difieren de una persona a otra y lo mismo sucede con la forma en que nos conducimos y comportamos.
Una idea común a muchas personas es pensar que los demás se nos parecen o deberían parecerse a nosotros mismos. Esa idea es errónea e ilógica. Aceptando los diferentes tipos de personalidad aumentan las probabilidades de una mejor convivencia con los que nos rodean, ya sea en nuestras casas, en nuestros trabajos o en los tiempos de ocio.
Hay oportunidades en que las personalidades comienzan a no funcionar bien, se tornan disfuncionales y desadaptativas. Es momento de hacer una consulta al profesional de salud mental.
Las características de la personalidad disfuncional reflejan un comportamiento desadaptativo del paciente. Estas características son automáticas y el paciente no es consciente de sus consecuencias, algunas de ellas auto destructivas. En condiciones de adversidad estas características se agravan deteriorando el funcionamiento global de la personalidad y acentuando la severidad de la situación.
El TOC, Trastorno Obsesivo Compulsivo de la personalidad, es el trastorno más conocido por todos. Es muy común, y sobre todo en los hombres. Son personas prudentes, controladas, y perfeccionistas. Son exigentes con ellos mismos y con los demás. Son perseverantes, confiables y de buena urbanidad. Todas estas características suelen ser muy valoradas por la sociedad. Pero en algunos individuos, “estas características adquieren una forma tan extrema que generan un deterioro funcional o malestar subjetivo. Cuando existe un trastorno de la personalidad diagnosticable, el individuo obsesivo es rígido, perfeccionista, dogmático, rumiador, moralista, inflexible, indeciso y está emocional y cognitivamente bloqueado” (Beck, A.).