Nuestro trabajo con personas con discapacidad nos ha demostrado la necesidad de adecuarnos a las posibilidades concretas del consultante discapacitado, azuzándonos a buscar recursos psicoterapéuticos específicos que ese consultante posee en ese momento vital. Una intervención psicoterapéutica hecha a medida para ese consultante, para estimularlo a sacar el máximo provecho de su capacidad y así afrontar las dificultades, incluso en los momentos de mayor adversidad.
Nuestro desafío en conjunto con el paciente y su familia está orientado a mejorar la calidad de vida del consultante, promoviendo la adquisición de adaptaciones que faciliten y favorezcan su relación con el medio y el despliegue de sus potencialidades.
Nuestra tarea también es acompañar, explicar, asesorar y contener a la familia del discapacitado para poder procesar esta situación vital tan particular que les toca vivir.
Nuestro trabajo se enmarca en la concepción de discapacidad de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, entendiendo a la misma como el resultado de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras del entorno que obstaculizan su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con las demás.